El arroz es un
producto que la República Dominicana ha adoptado como parte de su dieta
alimentaria. Pero, muchos desconocen el proceso para su cultivo.
El
agricultor Rafael Morales se dispuso a explicarlo con facilidad: “Primero se
prepara la parcela; por cada 60 tareas de tierra se usan dos para el semillero”.
Morales utilizaba ejemplos para que lo entendieran: “¿Ustedes ven esta galería
en la que estamos? Háganse de cuenta que es el semillero, y todo eso para allá
–señaló con su dedo índice la sala, la cocina y las habitaciones de la
casa- es entonces el terreno de 58
tareas para la siembra”.
Esa noche llovió y
al día siguiente también; a las dos de la tarde había cesado de llover, pero el
cielo continuaba nublado. Kuki se dirigió en una motocicleta hacia la finca ,que
está a seis kilómetros de su casa en Hacienda Estrella (un distrito municipal
de Santo Domingo Norte). En el camino decía: “Ojalá que no
caiga esa agua porque hay un arroz que está preñado”. Se refería a que las
plantas estaban brotando; el campo que se veía verde comenzaba a pintarse de
dorado; sólo faltaba un mes para la siega.
Al llegar a la
finca vio que todo estaba en orden: la siembra, la distribución del agua y la
máquina cortadora; así que, estando frente al terreno retomó su explicación con
detalle: “Los muros (cúmulos de tierra alrededor del solar) se hacen para que
el agua se riegue bien y no se vaya sólo hacia la parte más bajita”.
“En 15 días vuelve
a hacerse lo mismo”, añadió al tiempo que indicaba repetición con sus manos.
Cuando han pasado 25 o 30 días, además del riego y el arado, se nivela el
terreno con la yunta de bueyes (dos toros unidos por el cuello con un pedazo de
madera). Luego en las 58 tareas de tierra se siembran las plantas que surgen
del semillero, y en diez días se aplica fertilizante al suelo; la supervisión
debe continuar durante los próximos tres meses.
Al transcurrir cuatro meses del primer arado se corta el grano, se determina su peso, se seca en el molino y, finalmente, se distribuye.
Una producción que corre peligro
Las garzas
evidencian la presencia de plagas. Si se aglomeran en derredor del arrozal
significa que se debe recurrir a herbicidas preemergentes aprobados por la
Organización internacional de Normalización, por sus siglas en inglés (ISO)
para que no se perjudique la salud de los consumidores.
En temporada
ciclónica los productores corren el riesgo de perder su inversión. En 1998, el huracán Georges le arruinó a Morales una cosecha, haciéndole perder un capital de RD$200,000.00 invertido.
Reclamos
El diez de febrero
de 2013 el presidente Danilo Medina visitó a los agricultores de la Hacienda
Estrella y ordenó al Instituto Agrario Dominicano (IAD) facilitarles los
materiales que se necesitan para la productividad de la tierra. Artemio
Rodríguez, otro agricultor de la zona, dijo que los campesinos no han recibido tal
apoyo y que no pueden desarrollar por sí solos la producción de arroz por el
costo que implica.
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